Escribí: ¿dónde debo buscarte? y a continuación lo metí en una botella, junto con mis sueños y dejé que el mar fuera quién encontrara a su verdadero dueño. Era difícil, lo se, pero solo tenía que esperar a que él viniera y me besara, con esa pasión con la que tantas veces he soñado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario