domingo, 18 de octubre de 2015

La vida

Hay momentos en la vida, en los que te das cuenta de que lo que de verdad importa no es la cantidad de personas que componen tu día a día sino que esas personas, independientemente del número, sean realmente felices, porque si de verdad son tan importantes como para ser una parte imprescindible de tu vida, el hecho de que ellas sean felices o simplemente con verles sonreír, da lugar a una alegría tan inmensa que ni con palabras se podría explicar, y es ahí y sólo ahí, en ese preciso instante cuando te das cuenta de que has madurado y de que de verdad sabes valorar lo bella que es la vida.


Llegar a comprender que algo tan simple como  un ser humano, puede girar tu mundo y ponerlo patas arriba o simplemente marcar un rumbo nuevo, es tan maravilloso que sólo aquél que lo haya vivido podrá entenderlo.